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Eva Green es una gran actriz. Hace tiempo que dejó de ser una joven promesa para convertirse en una intérprete capaz de desaparecer dentro de cualquier personaje. En Penny Dreadful, cuento de terror gótico serializado, contemplamos, capítulo a capítulo, como se deja la piel interpretando a Vanessa Ives, una mujer cargada de culpa y remordimientos que lucha denodadamente contra un demonio interior capaz de hacerla desaparecer para siempre. Miss Ives, alma y corazón de la serie, es el personaje más complejo e intrigante de la misma. Durante la primera temporada, arriesga su humanidad y cordura, su individualidad y memoria, en la búsqueda de la hija de Sir Malcolm Murray.  Uno de los puntos mejor trabajados de la historia es la manera en la que evoluciona la relación de Vanessa y Malcolm a lo largo de los años. Aunque unen sus fuerzas para rescatar a Mina, es más que evidente que con el tiempo surge entre ambos una relación padre-hija que  determinará el destino de Mina.

 

Nadie sonríe como Miss Ives, su imagen de perfecta y recatada dama inglesa se rompe en mil pedazos cuando una sonrisa burlona aparece en sus labios. En su mirada intuimos un tormento inimaginable pero nunca imaginaremos el precio que Vanessa ha tenido que pagar en su pugna contra el mal. Es en el séptimo capítulo de la serie, Possession, cuando Eva Green realiza un tour de force interpretativo que permite al espectador vislumbrar el oscuro interior de Miss Ives. Los cambios entre la Vanessa normal y la loca son extraordinarios. Y es aquí, al borde del abismo, donde descubrimos la verdad sobre Vanessa; una mujer que siempre estuvo un paso por delante de los demás, una mujer que arriesgó amistades y posición por un momento de placer; una intrigante y seductora dama  que perdió casi todo lo que amaba combatiendo el mal que poseyó su espíritu.

 

El viaje de Vanessa articula la primera temporada de Penny Dreadful y, aunque llegamos a conocer muchos aspectos del pasado y de la personalidad de la joven, es evidente que, como personaje, aún tiene mucho que ofrecer. El alma de Vanessa nunca estará a salvo y su conciencia nunca estará limpia. Además, el demonio que la acecha desde su interior espera pacientemente cualquier momento de debilidad para hacerse notar. El tormento de Miss Ives es la vida misma, la lucha constante, la eterna contienda.

 

 

La sonrisa de Miss Ives

"MR. Gray, no soy la mujer que usted cree que soy. Y con usted, no soy la mujer que quiero ser"

"Creo en maldiciones. Creo en demonios. Creo en monstruos."

"Tu padre te quiere mucho y hará cualquier cosa para salvarte. Pero yo te quiero de manera diferente, te quiero lo suficiente para matarte."

Vanessa dijo

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