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Doctor Who siempre ha procurado, y la mayoría de las veces lo ha conseguido, tener unos villanos que estén a la altura del propio Doctor. Aunque ha sido difícil, en este artículo hemos elegido los cinco que más nos gustan. Esperamos que los que se han quedado fuera no la tomen con nosotros.

Nunca un parpadeo se había convertido en algo tan terrible, y el juego infantil del escondite inglés, en un peligro mortal. Estos ángeles demoniacos se trasformaron, en un abrir y cerrar de ojos, en los mejores villanos de la serie, evidenciando que la falta de recursos siempre se puede superar con el poder de la imaginación. Pleitesía total para ellos, esperando temeroso, que los los Daleks, no me lancen rayos mortales por ello.  

Los Cybermen son Cybogs con poco sentido del humor y muchas ganas de destrucción y conquista. Con una lógica terrible y fría, el doctor ha tenido que freír en más de una ocasión sus cabezas de cubo, y empalmar sus cables, para darles una lección de humanidad. Surgidos en 1966 forman parte ya del imaginario clásico de los villanos de la serie.

Deudores de El Grito de Munch, estos desgarbados seres de perturbadora presencia, y parcos en palabras, se convirtieron en toda una amenaza manipulando con sus poderes los recuerdos de sus enemigos. Alterando la memoria para invadir el planeta, evidencian que la mejor manera de conquistar la tierra es que nadie se acuerde. The Silence pertenecen a esa nueva hornada de antagonistas del doctor, creados por Moffat, que dan un aire más adulto e inquietante a la serie. 

Estos robots sin corazón se erigieron al son de su cantinela “¡Exterminate!” como la banda sonora del doctor. Deudores del pasado de la serie donde los medios y la tecnología solo permitía jugar con la imaginación e inocencia de los niños, los Daleks solo pueden verse con el cariño de una serie con mas cincuenta años a sus espaldas.

The Master es el reverso tenebroso del doctor. Un renegado señor del tiempo que, con un sentido megalomaníaco, elevado a la enésima potencia, intentará conquistar la tierra una y otra vez. Interpretado por varios de actores desde 1971, fue el bueno de John Simm quien asumió su última escena, regalándonos, al ritmo de los tambores, una temporada repleta de la mejor ciencia ficción pulp, que acabó por convertirle en un villano a la altura del mismísimo Darth Vader.

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