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La cantidad de momentos inolvidables que hay en Louie es enorme. Con la finalidad de ser lo más selectivos posibles, en Hablemos en Serie hemos tratado de elegir solo cinco, y aunque ha sido casi una quimera, ya que hay muchos de nuestros favoritos que se han quedado fuera, si estamos encantados con los que hemos seleccionado, ya que son muy representativos de lo que la serie nos ha ofrecido hasta el momento.

El mejor momento de las cuatro temporadas de Louie, o al menos no hay duda de que lo es de la cuarta, es el capítulo So Did the Fat Lady. Escrito y rodado por Louis C. K. en un admirable plano secuencia, el episodio termina con un encontronazo entre el prota y su cita, una genial Sarah Baker, que le reprocha el problema de los hombres feos con las mujeres gordas. Una escena tan agridulce como provocadora. 

Oh Louie/Tickets (2x07): Louie graba el piloto de una sitcom familiar, y aprovecha para mostrar lo alejado que se encuentran estas de la realidad y lo absurdo de gran parte de sus situaciones. “En la vida real si te comportas como un capullo tu esposa te pide el divorcio, y nunca tendría como amigo a Bob Saget” argumenta el cómico, “la realidad no es divertida” le rebaten.

Aunque ‘Louie’ está llena de momentos asombrosos, me gustan especialmente las distintas citas que tiene con las mujeres más excéntricas de Nueva York. En la segunda parte de ‘Daddy’s Girlfriend’ (S03E05), Louie conoce a una dependienta de librería que le hará pasar una noche inolvidable. Probándose un vestido dorado de lentejuelas, cenando en la tienda de ultramarinos según van comprando, salvando la vida a un sin techo alcoholizado y viendo las vistas de New York desde lo alto de un rascacielos.  

Una declaración de amor que aúna tristeza, drama, intensidad, romanticismo e incomodidad. Louie tarda exactamente 2 minutos y 40 segundos en declararle su amor incondicional a Pamela. Lo que le dice es tremendamente hermoso. Louie desnuda su alma de manera natural, sencilla y directa; le ofrece a Pamela todo lo que es y todo lo que tiene pero ella, aunque reconoce que es una declaración preciosa, no comparte sus sentimientos. Una escena inolvidable.

Varios de los mejores momentos de Louie son cuando nuestro protagonista está con sus hijas. El retrato (supongo que algo distorsionado) que se hace como padre separado, esta siempre entre la ternura, el realismo descorazonador, y la comedia de lo cotidiano. En la  escena del metro del primer episodio de la saga "Elevator", Louie construye una de las escenas más comunes y terroríficas que un padre puede vivir, que aquí adquiere un tono especialmente inquietante debido a la complicada relación que está atravesando con su sobre imaginativa hija pequeña.

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