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Segunda y última parte de mi lista, de las que considero mejores series de 2014. La lista vuelve a ser descendente, y como siempre muy personal. En este caso se trata de resaltar las seis mejores temporadas que nos han ofrecido las series que ya habían estrenado, al menos, alguna temporada anterior. Espero vuestras opiniones al respecto.
Está en el número uno porque en su última entrega ha conseguido subir más el nivel de calidad que ya traía desde temporadas anteriores, y eso es ya de por sí toda una proeza. Casi todos los episodios son auténticas joyas que se quedan en tu cabeza durante semanas. Y porque, una vez más, consigue lo imposible: que una serie de aventuras y fantasía pueda ser disfrutada al máximo por todo tipo de seriéfilos. Si mantiene, o sube aún más el nivel, va de cabeza a mi top tres histórico.
Sus primeros ocho episodios del año fueron tan potentes y devastadores que, gracias a ellos, ha conseguido mantenerse tan alto en esta lista, a pesar de cierto desgaste que ha sufrido en su recta final de esta quinta y última temporada. Muchas series lo intentan, pero pocas son capaces de mantener tan bien el equilibrio entre ficción de aventuras y retrato humano descorazonador. Es un placer encontrarse, por una vez, entre todos esos millones de telespectadores que la veneran cada semana.
El payaso triste ataca otra vez y en esta última tanda de episodios nos lleva al origen de sus obsesiones y rarezas. Siendo posiblemente su temporada más personal y dramática, acabamos por encontrarnos de nuevo ante una comedia todo terreno cuya filosofía de andar por casa sobre la condición humana vuelve a dar en la diana, y a enamorarnos por completo. En esta temporada Louie ya no solo consigue que lloremos y riamos como siempre, sino lo que es el doble salto mortal, que lo hagamos todo al mismo tiempo. Toda una proeza audiovisual.
Tres únicos episodios y tres episodios únicos. La irregularidad de sus anteriores temporadas desaparece de un plumazo en este tríptico que en el fondo no es otra cosa que toda una oda a la amistad y la camaradería. Cada capítulo funciona a la perfección, tanto independientemente como en conjunto, y lo mejor de todo es que no sabría deciros cuál de ellos me parece el más brillante. Yo, que no soy muy amante de los episodios que superan la hora, con Sherlock siempre acabo pidiendo más. Y esta vez por partida triple.
The Good Wife siempre ha sido una serie estupenda, de eso no hay duda, pero desde su quinta temporada ha conseguido dar ese paso a delante que venía reclamando desde hace tiempo, para acabar finalmente situándose entre mis Tops. Un mejor equilibrio entre lo auto conclusivo y lo seriado, una banda sonora más sutil y representativa, y unas tramas de largo recorrido completamente trepidantes, han conseguido, finalmente, que mis prejuicios sobre las series de abogados se vayan a tomar vientos.
La segunda temporada de The Americans sigue siendo una serie muy sexy, que mantiene el estupendo equilibrio entre drama familiar y serie de espías, sin perder ni un ápice de la esencia que la hizo ser uno de los mejores estrenos del año pasado. Después de un arranque algo tibio, capítulo a capítulo no dejó de crecer, hasta llevarnos a una recta final de auténtico infarto. Espero que su tercera temporada la consolide como una de las grandes del momento. Potencial tiene.