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En el documental de producción propia de canal plus España, "Las series que surgieron de frío", se ponían de relieve tres aspectos fundamentales que debía tener cualquier producción que se llevara a cabo: Poner al guionista en el centro de todo. Contar historias con contenido social. E interconectar, siempre que se pudiera, el cine con la televisión, ya sea a nivel de producción o de cualquier otro ámbito, dando como resultado una factura técnica impecable muy atractiva para cualquier tipo de público. 1864 cumple a la perfección con estos tres dogmas de la televisión danesa, y los lleva a su máxima expresión en una superproducción de ocho episodios cerrados, que atrapa y deslumbra como pocas lo han conseguido en los últimos años.

El relato es un pedazo  de la  historia danesa que pocas veces se nos ha contado a nivel mundial, y lo hace con un nivel de autocrítica y veracidad que ya quisiéramos nosotros poder alcanzar alguna vez para nuestra, parece que renovada y esperanzadora, producción de series patria. Desde luego, una estupenda forma de entender la mentalidad danesa de nuestros días, la de "Borgen" por ejemplo, con sus logros sociales y estructurales, conociendo de primera mano los oscuros rincones de su pasado, de los cuales vemos que han aprendido a fortalecerse como nación. Toda una lección de replanteamiento social del cual deberíamos tomar nota. Pero volvamos a lo que es estrictamente la serie.

Lo primero que llama la atención es el impresionante nivel de producción que no tiene nada que envidiar a otras grandes series de HBO como Hermanos de Sangre, The Pacific, o la reciente Juego de Tronos, y que muchas veces deja completamente clavado al espectador por su extraordinaria capacidad para trasladarte al lugar y época que nos está contando su historia. Tanto la fotografía, el diseño de vestuario, o la puesta en escena están tan cuidadas que muchas veces pareciera  que estuviéramos junto a los soldados en el campo de batalla sintiendo, no sólo sus miedos o sus dudas, sino hasta el frio que recorre y despedaza cada uno de sus huesos. El apartado técnico es impecable durante todo el relato,  llegando a sus cotas más altas en su penúltimo episodio, donde asistimos a una de las batallas mejor filmadas que haya visto nunca ya sea en televisión o cine. Un auténtico virtuosismo narrativo y visual.

En cuanto al guión y a la historia en sí, estamos ante un relato muy potente, con ecos de "Novecento" o "Napoleón", que se nos va narrando de manara bastante natural y pausada, realista pero a la vez bastante literaria, e incluso poética en algunos casos, hasta cierto punto en que varios elementos de corte fantástico irrumpen con fuerza pudiendo hacer tambalearse los cimientos que sostienen la propia serie. Sé de buena tinta que estos "elementos" han influido muy negativamente en muchos televidentes, pero quiero recalcar que a mí personalmente, una vez asimilados como nuevos recursos narrativos, si bien no me han gustado todos, sí que me acaban por seducir en líneas generales, viéndolos como pequeños pero potentes momentos de realismo mágico que acaban por dar una nueva capa al conjunto bastante original.  

El elenco actoral es otra de sus grandes bazas, que hemos podido disfrutar especialmente los que somos fans de "Borgen", ya que muchos de sus actores principales comparten protagonismo en ambas series en roles tan diferentes como igual de arrolladores.

Y termino remitiéndome parcialmente a lo que ya dije en Twitter: 1864 es descomunal, imperfecta, didáctica, arrolladora, polémica, imperial, y  mágica. Cuidadito especialmente con esto último, pero si se supera todo es disfrute.

 

Una deslumbrante lección de historia danesa

LO MEJOR: El nivel de producción que embriaga a todos los niveles. Una historia épica y detallista

En los últimos años, la ficción danesa nos está ofreciendo un auténtico recital de cómo afrontar el formato televisivo, regalándonos continuamente productos de calidad extraordinaria. La miniserie 1864 es una de sus últimas y más ambiciosas joyas.

"Estamos ante un relato muy potente con ecos que van desde Novecento al clásico mudo Napoleón"

LO PEOR: Los elementos fantásticos pueden ser un gran problema para muchos televidentes que no se apadten a ellos

Algunos de los cuadros en los que se inspiraron para crear el aspecto visual de la película.

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