hablemos en serie. buenas series

Años después de que Ros fuera alejado de las calles por su mentor, el inspector Armando Martínez, vuelve a Madrid para comandar la recién creada Brigada Metropolitana. En un Madrid convulso por las dos guerras (Filipinas y Cuba) en las que estaba metida España.  Un país que poco a poco se va abriendo a la modernidad. De hecho, la serie nos retrata fenomenal el contexto político, económico social de la época, una de sus grandes virtudes.

El arranque de la serie, el piloto y el segundo, es bastante irregular. Sobre todo a la hora de resolver el caso, y es que se abusa en sobremanera de algún que otro “deus ex machina” al final. Pareciendo que al final todo está resulto con un truco de magia. No os engañéis, la serie va de menos a más, y después del tercer capítulo la serie vuela sola, cuando ya no tiene los libros como referencia.  Que no dudo de la calidad de los libros porque no los he leído, pero es cierto, que los últimos episodios ganan en calidad.

Cada capítulo contaremos con un crimen o suceso a resolver por Víctor Ros, que utilizará su gran capacidad deductiva y las nuevas técnicas para dar con el culpable. Mientras durante todos los episodios tendremos una trama general para dar amplitud y complejidad a todos los personajes. En este caso la trama principal es el triángulo amoroso entre Clara, Lola y Víctor; incluyendo el “background” de la época. En el triángulo amoroso, veo quizás uno de los errores, es que las dos mujeres son maniqueas, es decir: una es rica otra pobre, otra es rubia otra morena, una es culta la otra no, una es de alta cuna la otra es de baja, etc. Me hubiera gustado un mejor retrato de ambos personajes femeninos.

Para mí el inspector Víctor Ros es demasiado perfecto para un personaje de su encaje. Llegas a detestar que todo le salga absolutamente bien que sea moralmente perfecto. Le ha faltado un poco de sal y pimienta en su carácter y moralidad; contrapuntear un poco al personaje con matices grises y/o oscuros. Aunque Ros no sería absolutamente si los fantásticos secundarios que tiene alrededor.

Cierto que el guión no ha estado muy acertado en ciertas fases: siendo a veces demasiado explicativo, reiterativo y dándose demasiadas “casualidades”. Los diálogos han estado bastante bien en general, aunque algunos han carecido de profundidad. En estos dos apartados la serie se defiende medianamente bien.

La dirección es verdaderamente exquisita, una las únicas cosas que no le he puesto ni un “pero”. Al mando han estado entre otros Gracia Querejeta y Sánchez Cabezudo, con eso digo todo. El uso de la banda sonora me ha parecido excelente, en defecto más que en exceso, lo cual me parece perfecto. De los cromas no voy a hablar, ya que creo que se ha hecho lo que se ha podido con el poco presupuesto del que han gozado. Ahora, que se podían haber evitado en muchas escenas usando otros recursos, también.

Que no os confunda, porque la serie merece mucho la pena. Es el pasito a pasito que necesita la ficción española para crecer, con la impronta del creador. Espero que sea el principio del cambio.