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Cuando el miedo se convierte en un poderoso enemigo

¡TRES MOMENTAZOS!

En una serie tan compacta, con un ritmo y un guión tan medidos y perfectos, es difícil decantarse por un capítulo en particular. Sin embargo, el cuarto episodio de este drama británico merece ser recordado porque es ahora cuando todas las piezas comienzan a moverse sobre el tablero de ajedrez. Durante tres capítulos, la guionista Sally Wainwright construyó con calma, paciencia y atención al detalle las bases de Happy Valley y la personalidad de sus personajes. Tras una inesperada muerte, se rompe la tranquilidad y quiebra la frágil separación entre el mundo representado por Catherine y el representado por Royce. Algunos personajes empiezan a actuar de manera más decidida, otros de manera más arriesgada, esto permite que la trama avance pero manteniendo siempre la coherencia y la fluidez del argumento.

Catherine, sobresaliente Sarah Lancashire, está decidida a terminar con Royce sin saber que el caso que acaba de coger, el del secuestro de Ann, está directamente relacionado con el hombre al que culpa de la muerte de su hija. Las alucinaciones de Catherine siguen atormentándola y la posibilidad de que Royce descubra la existencia de Ryan y lo reclame como su hijo la aterroriza.

Por otro lado, el nerviosismo hace mella entre los involucrados en el secuestro de Ann. Todos están relacionados con la muerte que sacude la placidez del valle y parecen decididos a hacer lo que sea para no terminar en prisión. Las piezas del tablero de ajedrez se mueven bajo la atenta mirada del espectador. Sabemos que los peones serán sacrificados pero no sabemos quien será el primero en caer, en chivarse, en huir, en cometer el error que les lleve ante la justicia.

Catherine toma las riendas de la situación sin ser realmente consciente de todo lo que está sucediendo a su alrededor. Su intuición la lleva a una casa, a un sótano donde se enfrentará a Royce. Una pelea muy realista, desgarradora en su brutalidad y formidable por su resolución. Apenas dos minutos de patadas y puñetazos. Acaba el capítulo. Catherine cae en la calle ¿Han sacrificado a la reina?

en ello.  

* La reacción de Catherine cuando Royce se acerca a su nieto en plena calle. Puro fuego.

 

La discusión del matrimonio Weatherill en la cocina de su casa. Recuerdo constante de la estupidez humana.

 

* El final del capítulo, una pelea brutal y dolorosa donde el rescatador se convierte en víctima y viceversa.  

 

Episodio escrito y dirigido por la misma creadora de la serie Sally Wainwright.

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